Hago crecer nuevas formas y seres, porque solo en mis adentros habita la magia de la creación.
Una Rizomedusa, un Floribránquio, este jardín está plagado de seres con túnicas híbridas de formas marinas y terrestres que caminan sobre el mismísimo cielo, como si fuese una lámina.
Este jardín no es tal, es un falso techo, el cielo de los mortales.
Liqen necesita muy poco para crear, un pincel , tinta y papel. En este caso, un mapamundi en el que los continentes se reagrupan para dar lugar a una danza ancestral, que al compás de sus trazos se transforma en un puro ritual.