“Siempre negativo, nunca positivo parte de un proyecto más amplio titulado  Cultura y Deporte. Las piezas mostradas, aisladas del proyecto inicial, cobran  sentido como una sección que señala cómo la nostalgia y la idolatría se  capitalizan, mostrando un diálogo crítico sobre el consumismo e invitando a reflexionar sobre los valores sociales y económicos que moldean nuestra  percepción del deporte y la sociedad.  

La exposición presenta una serie de retratos inspirados en cromos de  colección, dos esculturas policromadas de papel maché y otros objetos  icónicos del fútbol, como pelotas y bufandas. Los cromos  sobredimensionados, a modo de retratos, exploran el fanatismo, la  veneración y el fetichismo en torno a figuras deportivas inventadas,  reflejando cómo la cultura de masas transforma lo común en mercancía. 

La diversidad de técnicas empleadas y la mezcla de estilos crean una estética fragmentada, evocando el caos visual de los mass media y el mercado. Este  enfoque disruptivo conecta con la mercantilización del deporte, donde lo  banal adquiere un valor oscilante, como un objeto de deseo dentro de un  sistema de consumo.  

El fútbol, un emblema global de la cultura contemporánea, domina la  exposición debido a su capacidad para agrupar identidades de nuestro  contexto y generar fanatismo. Las bufandas y otros elementos subrayan ese  culto colectivo, mientras que la colección de cromos revela cómo la nostalgia  y el coleccionismo se mancilla en pro de un valor especulativo”.